Por Héctor Rivara
Voy a realizar una afirmación que no me va a atraer muchas simpatías: La medicina ha sido, es y será el instrumento más poderoso usado por Satanás para alejar al hombre de Dios. Si usted cree que esta es una visión fanática y equivocada de la realidad, le sugiero que lea este artículo hasta el final.
Voy a realizar una afirmación que no me va a atraer muchas simpatías: La medicina ha sido, es y será el instrumento más poderoso usado por Satanás para alejar al hombre de Dios. Si usted cree que esta es una visión fanática y equivocada de la realidad, le sugiero que lea este artículo hasta el final.
El
cristianismo tiene su origen hace 2000 años cuando el hijo de Dios padre, es
decir Jehová o Yahweh, vino a nosotros como hijo del hombre encarnado en Jesús
de Nazaret.
Todo
cristiano cree y proclama que Jesús es el hijo de Dios padre. El mismo Jesús
dijo: ”Yo soy el camino, la verdad y la vida, y nadie va al padre sino es por
mí”, Nos asegura que el que en él cree tendrá vida eterna, y que por su
interior correrán ríos de agua viva, dice que aunque este muerto vivirá, que no
morirá eternamente, y no permanecerá en
tinieblas.
Jesús
después de ser muerto y habiendo resucitado y antes de partir al cielo a
sentarse al lado de su padre, dejo su último mandato: “Id por todo el mundo y
predicad el evangelio a toda criatura. El que creyere y fuere bautizado, será
salvo; mas el que no creyere, será condenado. Y estas señales seguirán a los
que creen: En mi nombre echarán fuera demonios; hablarán nuevas lenguas;
tomarán en las manos serpientes, y si bebieren cosa mortífera, no les hará
daño; sobre los enfermos pondrán sus manos, y sanarán.”
Estos
son algunos de los dogmas del cristianismo, o sea verdades reveladas por Dios y
para nosotros ciertas e indudables. Esto supone de nuestra parte, una adhesión incondicional que nos
lleva a comportarnos de manera “irracional”, estamos convencidos de que
poseemos la única e indiscutible verdad, por lo que desestimamos cualquier
opinión de los demás en materia de fe.
Por ello si alguno dijese públicamente, con total convencimiento que se
dedica, en el nombre de Jesús a expulsar demonios, o sanar enfermos, será considerado
como un lunático, más si a esto lo asegurase ante una junta médica o
públicamente como testimonio en un proceso judicial será calificado como un
personaje esquizofrénico que padece una percepción alterada de la realidad, y
como tal, debe ser aislado de la sociedad, y privado de sus derechos como
persona. ¿Por qué esto? Porque le dimos el poder a la medicina para dictaminar
lo que es bueno y es malo para las personas, desde como debemos curarnos ¡y
hasta como debemos pensar y actuar!
Ella es
la que dice que nuestras creencias son locura, ella dice que nosotros no
podemos curar enfermedades, que no podemos ejercer la sanidad, ya que es ella
quien ostenta ese poder.
Nada de
esto es nuevo, la medicina es nuestro ancestral enemigo, su símbolo: la serpiente,
es la que sedujo a Eva. Sus dioses nuestros
antiguos adversarios. ¿Le queda alguna duda? Tal vez esto la disipe:
EL PACTO
El pacto
del Sinaí, era un ESCUDO INEXPUGNABLE contra toda enfermedad, era un pacto de
amor de Dios sobre sus hijos, nada ni nadie podía tocarlos... la única
condición era no quebrantarlo.
Sin
embargo, hubo quienes rompieron el pacto; el Rey Asa prefirió el conocimiento
médico humano sobre el pacto de Dios y esa decisión lo condujo a la muerte.
También el rey Salomón, fue incitado por sus esposas impías, a permitir en
tierras de Israel el ejercicio de los médicos sacerdotes del dios egipcio
Imhotep, quienes abrieron nuevamente el
camino a la enfermedad. Luego los reyes
no hicieron lo recto ante los ojos de Jehová, y con el transcurso de los años el pueblo se
pervirtió, en la costumbre de otros pueblos.
Así fue
que según lo anunciado por los profetas, el castigo de Jehová no tardó en
llegar. El templo fue destruido y ellos, débiles, temerosos y enfermos, fueron
llevados al exilio.
Al mismo tiempo que esto sucedía (500 años a.C.) en Asia Menor, hoy Turquía, los griegos construían el Asclepion, el templo dedicado a Esculapio el dios de la medicina griega, que en los siglos siguientes se convertiría en el centro de la atención médica del mundo antiguo. El templo hospital de Asclepion haría palidecer a cualquiera de nuestros actuales centros de salud, sus inmaculados médicos sacerdotes y centenares de pacientes diarios, hacían de este uno de los lugares más famosos y satánicos del mundo.
Al mismo tiempo que esto sucedía (500 años a.C.) en Asia Menor, hoy Turquía, los griegos construían el Asclepion, el templo dedicado a Esculapio el dios de la medicina griega, que en los siglos siguientes se convertiría en el centro de la atención médica del mundo antiguo. El templo hospital de Asclepion haría palidecer a cualquiera de nuestros actuales centros de salud, sus inmaculados médicos sacerdotes y centenares de pacientes diarios, hacían de este uno de los lugares más famosos y satánicos del mundo.
Al nacer
Jesús, la provincia romana de Judea era insignificante, unos pocos habitantes y
un sistema religioso hipócrita, la habían destinado a desaparecer, solo algunos
albergaban la esperanza de la promesa de la llegada del mesías.
Cuando Jesús es bautizado en agua y en espíritu, comienza su ministerio, restableciendo aquel pacto antiguo, perdonando pecados y “desenfermando” a su pueblo. Las personas llegaban por miles para ser sanadas y este poder fue traspasado a sus discípulos (y aún a nosotros), Jesús comenzó a enviarlos por todo el territorio y así comenzó a expandirse el evangelio, las buenas nuevas de que él pacto era restablecido para cualquiera que creyera en Él. Ser sanado era la señal de que el pacto entraba en el pueblo por medio del mesías, el miedo a los diagnósticos médicos comenzaba a desaparecer, quienes en manos de médicos habían sufrido durante años eran desenfermados por Jesús.
Cuando Jesús es bautizado en agua y en espíritu, comienza su ministerio, restableciendo aquel pacto antiguo, perdonando pecados y “desenfermando” a su pueblo. Las personas llegaban por miles para ser sanadas y este poder fue traspasado a sus discípulos (y aún a nosotros), Jesús comenzó a enviarlos por todo el territorio y así comenzó a expandirse el evangelio, las buenas nuevas de que él pacto era restablecido para cualquiera que creyera en Él. Ser sanado era la señal de que el pacto entraba en el pueblo por medio del mesías, el miedo a los diagnósticos médicos comenzaba a desaparecer, quienes en manos de médicos habían sufrido durante años eran desenfermados por Jesús.
Nadie
imaginaba el desenlace que se aproximaba. Su muerte fue el cumplimiento
perfecto de la profecía, y su resurrección nuestra vida eterna.
Y ahora
veremos porque desde el principio la medicina está enfrentada con nosotros,
Juan el evangelista, tuvo una visión increíble, dejándonos el mensaje más claro
para nuestros tiempos: El Apocalipsis, donde nos revela todas las cosas y aquí
veremos como Jesús mismo nos habla:
“2:12 Y
escribe al ángel de la iglesia en Pérgamo: El que tiene la espada aguda de dos
filos dice esto: 2:13 Yo conozco tus obras, y dónde moras, donde está el trono
de Satanás; pero retienes mi nombre, y no has negado mi fe, ni aun en los días
en que Antipas mi testigo fiel fue muerto entre vosotros, donde mora Satanás.
2:14 Pero tengo unas pocas cosas contra ti: que tienes ahí a los que retienen
la doctrina de Balaam, que enseñaba a Balac a poner tropiezo ante los hijos de
Israel, a comer de cosas sacrificadas a los ídolos, y a cometer fornicación.
2:15 Y también tienes a los que retienen la doctrina de los nicolaítas, la que
yo aborrezco. 2:16 Por tanto, arrepiéntete; pues si no, vendré a ti pronto, y
pelearé contra ellos con la espada de mi boca. 2:17 El que tiene oído, oiga lo
que el Espíritu dice a las iglesias. Al que venciere, daré a comer del maná
escondido, y le daré una piedrecita blanca, y en la piedrecita escrito un
nombre nuevo, el cual ninguno conoce sino aquel que lo recibe”
Pérgamo
es la ciudad de Asia Menor, precisamente donde vimos que se levantaba el templo
de Asclepion, Jesucristo mismo es el que está revelando esto a Juan, este
Templo, prototipo de los hospitales de hoy, lo llama trono de satanás.
Antipas
era el obispo de la iglesia en Pérgamo, y fue uno de los discípulos de Jesús.
Fue martirizado en una forma brutal, cocinado vivo en una olla de bronce por un
tumulto dirigido por los médicos sacerdotes del dios Esculapio, durante el
reinado de Domiciano.
¿Porque
le martirizaron? Simplemente porque eran sus y nuestros enemigos, Antipas
sanaba por el poder del Espíritu Santo y expulsaba demonios en el nombre de
Jesús y esto era una amenaza para los médicos sacerdotes de Esculapio, quienes
veían como la multitud enferma cambiaba de rumbo, hacia la primitiva iglesia
cristiana.
Este
hecho, el martirio y muerte de Antipas el testigo fiel, fue permitido y esta
remarcado como un mensaje para que nosotros, en nuestros días podamos ver
claramente quien es nuestro enemigo.
Los dioses de la medicina
"Esculapio"
tenía una hija llamada Higeía (salud), patrona de los farmacólogos. De su
nombre se deriva la palabra "higiene", su hermana
"Panakeia" es la diosa de los medicamentos y de la hechicería. De
esta última proviene la palabra panacea, el elixir que todo lo cura.
"Esculapio" trataba con la sanidad y ella con la prevención de
enfermedades. Su imagen siempre está acompañada de una serpiente enroscada en
su brazo bebiendo de un tazón.
Este
símbolo está por doquier en hospitales y farmacias junto con el de
"Esculapio".
Ahora
veamos la influencia de todos estos dioses y sus conjuros con la medicina de
hoy.
La
palabra griega "Pharmakeia", es traducida como hechicería y magia. De
su raíz "Pharmakon" que quiere decir: veneno, drogas, medicamento;
provienen las palabras, farmacia, fármacos, droga, drogadicción,
fármaco-dependencia; mientras que la palabra "pharmakos" se traduce
como hechicero o brujo.
Los
símbolos:
El
Caduceo, es más conocido como atributo mágico de Hermes, mensajero de los
dioses del Olimpo que como el emblema de Esculapio, dios de la Medicina. Hermes
con el caduceo, bastón alado con dos serpientes enroscadas, adormecía y
despertaba a los mortales, atraía a ellos las almas de los fallecidos o las
conducía a la morada de los muertos o al infierno, sujetaba los vientos y
disipaba las nubes, convertía en oro lo que tocaba, transformaba las tinieblas
en luz. Era una vara de poder, siendo para el hombre fuente de seguridad, paz,
concordia, beneficio y fortuna, símbolo antiguo del comercio, protector de
mercaderes y ladrones.
El
bastón de Esculapio, hijo de Apolo,
lleva una sola serpiente y no tiene alas, es un símbolo griego antiguo
asociado con la astrología y la medicina. Aunque ambos símbolos nacen del
antiguo culto a la serpiente. La farmacéutica de hoy sigue regida por el
espíritu que le dio origen: "Pharmakeia", un espíritu de las
tinieblas cuyo propósito es esclavizar, y lentamente matar a la gente. En su
forma al desnudo se manifiesta como brujería y en su forma sofisticada y disfrazada,
lo hace a través de drogas y fármacos, levantando sus símbolos y emblemas, sus
serpientes, caduceos y morteros en hospitales, farmacias, laboratorios y
consultorios médicos, y esto con la total aprobación de la “Ciencia”.
No
podemos después de leer este artículo aceptar frases como “los médicos han sido
puestos por Jesús” o “Dios da entendimiento a los médicos” o “la ciencia ha
sido permitida por Dios para curarnos” todos estos argumentos son una mentira
satánica, que no poseen ningún respaldo bíblico.
No voy a
transcribir los evangelios, ni pondré alguno de los miles de testimonios que
conozco, no es el propósito de esto, pero le aseguro que la medicina solo
quiere infundir miedo a través de sus diagnósticos, palabra que quiere decir
conocimiento. Es nuestro deber oponernos y como testigos fieles declarar
nuestra fe, expulsando los demonios de la medicina en el nombre de Jesús y
sanando los enfermos en nuestro camino.
Los
cristianos tenemos un Dios sanador que perdona nuestros pecados y nos da la
vida eterna. Él es el pan de vida, el agua de vida, es el árbol de cuyo fruto
nos podemos alimentar para sanarnos y vivir. Pero Satanás cuestiona este poder
y nos hace pensar que sus creaciones: la medicina, la farmacopea y la súper
tecnología, son las que en verdad saben lo que le pasa a nuestro organismo y
pueden curarlo.
Este
ataque a nuestro Dios por parte del sistema, es aceptado como una cosa cierta
por la mayoría casi absoluta de nosotros. El miedo a morir puesto a trabajar
por la ciencia médica, ha destruido nuestras defensas espirituales al punto tal
de creer y aceptar sus diagnósticos y rogarles una panacea que acabe con
nuestra enfermedad. Ellos nos estudian, Nos cortan, entran en nuestro cuerpo,
(cosa que nuestro Dios prohíbe), nos ponen los órganos de un cadáver, hasta
nuestro corazón es cambiado por el de un muerto. Nos hemos canibalizado
científicamente, tomamos en nuestro cuerpo la sangre de otros hombres, y nada de
eso nos interesa. Los dioses al servicio de Satanás están ganando la batalla y
apagando la llama del espíritu que nos da vida.
La
medicina es el gran imperio de Satanás a través del cual, capta más adeptos que
de ninguna otra forma. Pero lo más interesante de esta maquinación diabólica,
es que destruye de raíz los fundamentos cristianos dejados por Jesús.
Para los
cristianos, para los que conocemos personalmente a Jesús, lo más básico y elemental de todo esto,
debería ser nuestra creencia en que Él puede hacer todo, hasta lo imposible
para nuestra razón. Alterando cualquier ley física o natural que nosotros
conozcamos a través del las ciencias humanas, todas ellas limitadas a la
comprensión adquirida cuando la serpiente nos tentó y comimos del fruto del
árbol del conocimiento del bien y del mal.
UNA
GUERRA DE PALABRAS
Cuando
escuchamos a un médico, comienza una guerra de palabras, o sea que es una
guerra espiritual, Las palabras lanzadas por un médico son espirituales, un
diagnostico terminal es espiritual, hablar de enfermedades es espiritual, es
espíritu de muerte porque son palabras de muerte, Salen de la boca del médico
con la intención de ser recibida como una verdad irrefutable, pero son los
dardos de un roñoso enemigo oculto tras la profesional apariencia de un médico.
Somos nosotros quienes le damos el poder y la autoridad para enfermarnos.
El
Apóstol Pablo decía:
“iOh
gálatas insensatos! ¿quién os fascinó
para no obedecer a la verdad, a vosotros ante cuyos ojos Jesucristo fue ya
presentado claramente entre vosotros como crucificado? Gálatas 3: 1”
A QUIEN
SIRVEN LOS MÉDICOS
Desde que un médico comienza su carrera hasta que egresa, es convencido por el sistema de que la única forma de curar una enfermedad es a través de la ciencia. La farmacopea, y los ahora impresionantes y sofisticados aparatos de diagnostico, que les permite evaluar la vida con una altivez brutal y diabólica, es decir falsa y mentirosa. Cuando nos dicen que con tal o cual tratamiento andaremos bien, nos llenamos de una alegría y esperanza ciega en esas palabras, que desaparecen cuando con rostro serio nos dicen que lo nuestro es terminal,,, Esas palabras se sellan con fuego en el corazón, edificando una fortaleza muy difícil de vencer. Y es allí cuando no hay más nada que hacer, cuando solo se espera la muerte como única salida, es que nos dicen “todo esta en manos de Dios” El médico a usted le dice: “rece u ore todo lo quiera pero no deje estos medicamentos o este tratamiento porque si no los toma se muere”, y por allí escuchamos que un hermano dice “me hicieron el tratamiento de quimio y el señor obró” mientras el médico ríe con la soberbia propia de saber que fueron sus fármacos los que actuaron.
Por ello debemos recordar las palabras del hermano Pablo hablándole a nuestros hermanos de Corinto: “Porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas, derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo, y estando prontos para castigar toda desobediencia, cuando vuestra obediencia sea perfecta. 2Corintios 10:4-6”
Desde que un médico comienza su carrera hasta que egresa, es convencido por el sistema de que la única forma de curar una enfermedad es a través de la ciencia. La farmacopea, y los ahora impresionantes y sofisticados aparatos de diagnostico, que les permite evaluar la vida con una altivez brutal y diabólica, es decir falsa y mentirosa. Cuando nos dicen que con tal o cual tratamiento andaremos bien, nos llenamos de una alegría y esperanza ciega en esas palabras, que desaparecen cuando con rostro serio nos dicen que lo nuestro es terminal,,, Esas palabras se sellan con fuego en el corazón, edificando una fortaleza muy difícil de vencer. Y es allí cuando no hay más nada que hacer, cuando solo se espera la muerte como única salida, es que nos dicen “todo esta en manos de Dios” El médico a usted le dice: “rece u ore todo lo quiera pero no deje estos medicamentos o este tratamiento porque si no los toma se muere”, y por allí escuchamos que un hermano dice “me hicieron el tratamiento de quimio y el señor obró” mientras el médico ríe con la soberbia propia de saber que fueron sus fármacos los que actuaron.
Por ello debemos recordar las palabras del hermano Pablo hablándole a nuestros hermanos de Corinto: “Porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas, derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo, y estando prontos para castigar toda desobediencia, cuando vuestra obediencia sea perfecta. 2Corintios 10:4-6”
Jesús
nos dice que solo debemos recordar sus palabras
“El espíritu es el que da vida; la carne para nada aprovecha; las
palabras que yo os he hablado son espíritu y son vida. Juan 6:63”
Por
último, veamos a quien sirven nuestros médicos. Ellos al graduarse realizan un
juramento llamado hipocrático, en honor de Hipocrates de Cos, médico griego que
vivió 460 años a.C. este milenario Juramento es la primera ley a la que se debe
sujetar el graduado de una facultad de medicina. Es considerado una tradición y
parte del ritual de graduación, y dice en su comienzo: "Juro por Apolo el
Médico y Esculapio y por Hygeia y Panacea y por todos los dioses y diosas,
poniéndolos de jueces, que este mi juramento será cumplido hasta donde tenga yo
poder y discernimiento”
Después
de esto, muy difícilmente podremos considerar cristiano el ejercicio de la
medicina, y aunque nos digan que la ciencia médica no puede equivocarse,
nuestra fe es mas avanzada que cualquier burda máquina, por más sofisticada que
parezca.
Recuerde
ante cualquier duda consulte a su medico
DIOS
SIGUIENDO LA MARCA
En la edición del 15 de Julio contábamos como desde nuestra Córdoba Motorola implementaría la marca global. El día 19 de Julio, Motorola Solutions decidió dejar Córdoba, el 22 lo dejó trascender y el 28 se anunció públicamente. Sus operaciones, empleados y proyectos son transferidos a una empresa local – Globart – productora de diversos software y que cuenta con todo el apoyo gubernamental, en particular de la Presidenta Cristina Kirchner. Desde la propia presidencia se gestionaron los créditos necesarios para que comprara una firma norteamericana de soluciones informáticas, NEXTIVE, empresa que provee de software a Google, Disney, Electronic Arts y muchas otras.
En la edición del 15 de Julio contábamos como desde nuestra Córdoba Motorola implementaría la marca global. El día 19 de Julio, Motorola Solutions decidió dejar Córdoba, el 22 lo dejó trascender y el 28 se anunció públicamente. Sus operaciones, empleados y proyectos son transferidos a una empresa local – Globart – productora de diversos software y que cuenta con todo el apoyo gubernamental, en particular de la Presidenta Cristina Kirchner. Desde la propia presidencia se gestionaron los créditos necesarios para que comprara una firma norteamericana de soluciones informáticas, NEXTIVE, empresa que provee de software a Google, Disney, Electronic Arts y muchas otras.
Globart
tiene sus oficinas en Capitalinas Building, Humberto Primo 630, 3er piso,
Córdoba y si quiere comprar una solución empresarial puede hacerlo al Te. 54 11
4109 1700, por sus puesto le diran que se comunique a EE.UU en california donde
está la central, aquí solamente se contrata la mano de obra, la élite del
software profesional de Córdoba.
Pero
desde Capitalinas parten todas las mañanas varios microbuses llevando a personal
altamente calificado hasta los predios de la firma en monseñor Pablo Cabrera,
en donde se levanta un edificio en el cual desarrollaran el software de una
aplicación muy especial destinada a un cliente muy especial, un contratista del
Gobierno de EE.UU. ¿que será lo que están desarrollando? Nadie lo sabe, el
hermetismo es total, solo los ceos de la empresa, los investigadores, Motorola
y la presidenta de la Nación saben de que se trata, de alli en más es
considerado un secreto de Estado... y obviamente nosotros sabemos que se
cocina.
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